viernes, 29 de septiembre de 2017

Historia viva

¡Qué rápido pasa el tiempo! Este lunes haré ya un año que estoy en la parroquia de Nuestra Señora de Fátima y parece que fue ayer cuando, con muchos nervios, era presentado como párroco de esta humilde y sencilla comunidad parroquial de nuestro pueblo.

Un año que ha pasado rápido, sí, pero en el que me ha dado tiempo a darme cuenta de la realidad que me rodea, las necesidades de la parroquia, gente increíble y que se ha hecho necesaria en mi vida y… ¡lo difícil que es escribir todas las semanas una carta! Un año en el que he intentado sentirme libre a la hora de actuar tanto dentro (mis parroquianos me lo han puesto muy fácil) como fuera de los muros de la parroquia. Eso ha dado pie a que la “sin hueso” no dejara de nombrarme…“Veges tu, el de la coleteta…”. Je, je, je…reconozco que me hace gracia. A propósito de esto, un aviso a todas esas personas que se acuerdan de mí: seguiré siendo libre, os guste o no, y, por lo tanto, feliz hasta la médula.

Tan feliz como me encontré el pasado día 26 de septiembre. Habréis visto en las hojas del Semanario un aviso en el que se llamaban a todos los que habían sido “Pastorets” de la Virgen de Fátima para un pequeño encuentro. Mi sorpresa y mi alegría fue encontrarme con más de 50 personas delante. Historia viva de nuestra parroquia.

El encuentro fue breve, un primer contacto, vernos las caras y poder verse en las fotos que tenemos en la parroquia con unos cuantos años menos. El próximo viernes 6 de octubre hemos quedado para una cena de sobaquillo en la que podremos estrechar un poco más los lazos de unión, recordar anécdotas del año de su “reinado” y ver cómo ha evolucionado la fiesta en honor a la Virgen de Fátima.

Un encuentro que sirvió como pistoletazo de salida de los diferentes actos que desde la parroquia y el colegio estamos preparando para culminar este centenario de las Apariciones de la Virgen de Fátima. Como por ejemplo una exposición que inauguraremos el mismo día 6 todos los antiguos “pastorets” y que podréis visitar durante todo el mes de octubre. O la visita de los colegios para hacer una visita la imagen de Nuestra Titular, etc… La semana que viene tendréis más información, estad atentos.

En la parroquia os recibiremos con los brazos abiertos esperando poder celebrar con vosotros el final del Centenario de las Apariciones con gran fiesta y alegría.

Vuestro párroco

viernes, 22 de septiembre de 2017

Ciudad de ángeles

Esta semana que vamos a empezar celebramos a los Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael y, tengo que reconocer, que tengo bastante olvidado este tema. Sin embargo, charlando con una persona hace poco, le escuchaba decir que para él su padre, ya en la Gloria de Dios, era un ángel que siempre estaba velando por su familia.

No os voy a contar la conversación que mantuve, sólo notar la paz, tranquilidad y sosiego que esta persona irradiaba al hablar su particular ángel de la guarda. No pude evitar recordar esa oración que nos enseñaban de pequeño (y que desgraciadamente parece estar cayendo en el olvido) que rezaba por las noches antes de dormir: “Ángel de la Guarda, dulce compañía. No me desampares ni de noche, ni de día. No me dejes solo que si no me perdería.”

Los ángeles son seres espirituales creados por Dios. Son seres inmortales, dotados de inteligencia y voluntad. Como son seres espirituales no pueden ser vistos; sin embargo, en la Biblia encontramos ejemplos, como en los profetas Daniel y Zacarías, donde, por intervención de Dios, han podido ser vistos entre gran asombro y respeto.

Cada uno de nosotros tenemos nuestro ángel. Siempre he creído que tengo cuatro: mis abuelos; encargados de velar por mi y de rodearme del amor de Dios. Tengo dos más que todavía no se han ganado las alas…pero que el Señor no tenga prisa en dárselas que todavía me hacen falta aquí.

A lo largo de nuestra vida nos encontramos con personas cuyo trato hacia nosotros o su manera de hacer las cosas, las consideramos como ángeles o regalos de Dios. Será porque nos recuerdan el amor que Dios nos tiene o porque, simplemente, encontramos paz estando a su lado.

Sea lo que sea, lo cierto es que Dios, en su divina misericordia, envía mensajeros de su voluntad y amor todos los días hacia nosotros. No harán ruido, no vendrán entre nubes y relámpagos,…pienso que su presencia será algo tan sutil como una brisa suave. Tienen algo importante que darnos, algo que es más importante que ellos mismos: la presencia, cercanía y cuidado de Dios en nuestra vida. Por eso, para que no olvidemos esto por culpa de nuestro asombro, no se dejan ver…o si…

Vuestro párroco

viernes, 15 de septiembre de 2017

MIM-ANDO
El diccionario de la Real Academia Española define la mímica como la “expresión de pensamientos, sentimientos o acciones por medio de gestos y movimientos corporales”. En esta semana que nuestro pueblo se llena de artistas de la mímica de todo el mundo, no podía dejar pasar la ocasión para ir un poco más allá.

Durante estos días nuestras calles se llenarán de espectáculos que nos invitarán a reír, a reflexionar, a llorar, a asombrarnos y (espero y deseo) a sentir muchos más sentimientos. Cierto que habrán cosas que nos gusten más o que nos gusten menos, pero creo que no podemos perdernos esta dosis de cultura que se nos pone delante.

Sin embargo, yendo un poco más allá y poniendo los pies en el suelo, lo que vamos a ver estos días en Sueca no dejan de ser obras teatrales que nos van a querer contar historias. Ahondando un poco más, hay otra definición de la RAE que me ha llamado la atención. Buscando la definición de mimo (refiriéndome al artista que realiza este tipo de actuaciones) me he encontrado cuatro acepciones que no tienen nada que ver con lo que buscaba a priori. Me quedo con dos: “Cariño halago o demostración de ternura” y “Cuidado, delicadeza con que se hace algo”.

Personalmente, no me puedo quejar de las demostraciones de mimo que recibo: un abrazo, un beso, una mirada que habla, unos buenos días o buenas tardes o buenas noches, o largas conversaciones en las que no se dice nada pero que se expresa todo. Por todas ellas me siento inmensamente agradecido…

Lo que si me puedo quejar es de la falta de mimo que puedo llegar a conceder a los que me rodean. Tal vez por despiste, por dejadez o por miedo a cansar o molestar a las otras personas. Esa es una de mis tareas pendientes.

No obstante, creo que todos necesitamos de buenas dosis de mimo; y, una de las formas de mimar,  nos la propone esta semana la liturgia dominical: el perdón. Ya hablaremos de esto este fin de semana en las Misas. Sólo espero que también esta demostración continua de ternura del Señor hacia nosotros, nos haga reflexionar sobre si, ya que nos gusta tanto recibir el mimo del perdón, somos capaces de mimar al otro de la misma forma. Ahí queda la cosa.

Vuestro  párroco

viernes, 1 de septiembre de 2017

DE LA ARENA AL ASFALTO

Ya estamos aquí de nuevo. Poco a poco el pueblo se va llenando de la gente que ha pasado el verano en “la mar”. Volvemos a una normalidad relativa pues, para no acabar este tiempo de descanso de forma brusca, nos esperan las fiestas en honor a nuestra patrona la Virgen de Sales que, personalmente, no me pienso perder.

Septiembre nos recibe con el abrazo de María, nuestra Madre, para honrarla y venerarla. Para pedirle fuerza y su compañía en este curso que estamos a punto de comenzar y que, con mucho cariño y dedicación, estamos preparando.

Falta nos hace de su intercesión para saber acertar en nuestras decisiones, saber mostrar el Evangelio a los que nos rodean y saber elegir las acciones necesarias para este cometido, etc… Sabiendo que no siempre acertaremos, que siempre sacarán punta de lo que hagamos y que siempre habrán voces críticas que pueden llegar a desanimar.

Cabe suponer que a María también le llegarían ese tipo de comentarios negativos sobre su Hijo. La verdad es que se lo ganaba a pulso: salía con “pecadores”, hablaba y actuaba de una forma diferente, disfrutaba de la compañía de sus amigos tratándolos como hermanos, acudía a las fiestas y participaba en ellas (dudo mucho que en las Bodas de Caná estuviese sentado y serio cual legislador moral observando y criticando el comportamiento de las personas),…

Sin embargo, María, no cedió nunca al pesimismo sino que se mantuvo fiel junto a su Hijo hasta al pie de la Cruz. Rogando al Padre por todas esas personas que criticaban a su Hijo para que dejaran de hacerlo y disfrutaran del mensaje nuevo y fresco que había venido a enseñarles.

Disfrutemos de estas fiestas en honor a Nuestra Patrona, disfrutemos de la vida y dejemos vivirla a los demás (que, por si no os habíais dado cuenta, sólo tenemos una). No nos olvidemos que ella nos esperará en los diferentes actos que se realicen dentro de la parroquia como fuera. Disfrutemos pues de su compañía.

Vuestro párroco