sábado, 17 de febrero de 2018

Liturgia y sacramentos

Estos días estaba pensando qué iba a hacer durante esta Cuaresma para vivirla más intensamente. Estuve ojeando unos cuantos libros para leer estos días, haciendo planes para intentar salvaguardar alguna mañana que tenga más libre y poder escaparme a algún lugar para pasear y meditar, había…había ideado muchas cosas.

Sin embargo, en ninguna de ellas aparecía la referencia principal en mi sacerdocio: las parroquias junto con las que camino hacia Jesús. Cierto que el tiempo de Cuaresma es propicio para la interiorización y para la meditación, de normal necesarios para una buena salud espiritual, pero también es tiempo de cambiar y ayudar a cambiar también.

Este año me he propuesto algo que no puedo hacer solo. Habrá momentos de oración personal, claro, pero creo en la Iglesia que camina unida hacia la Pascua y yo tengo la suerte de hacerlo por partida doble. Si, he dicho suerte,…no me he equivocado.

Lo único que me he propuesto este año para vivir la Cuaresma es algo que puedo compartir con toda la gente que viene a las parroquias: la liturgia y los sacramentos.

En primer lugar, la liturgia. Los textos que aparecen en las Eucaristías diarias, no solo en las lecturas sino también en las oraciones que se van diciendo durante la Misa que cada día son diferentes, nos pueden ayudar a encontrarnos con ese Cristo que coge la cruz por nosotros y nos lleva hacia la Pascua.

La liturgia de este tiempo de Cuaresma está muy bien cuidada y siempre me ha gustado mucho. Os invito de corazón a que la podáis redescubrir conmigo o con vuestros sacerdotes en las parroquias donde soléis asistir a la Eucaristía. Estoy seguro de que disfrutaréis y os ayudará a adentraros más en este camino de conversión.

La segunda es los sacramentos. Las Misas durante este tiempo me gusta hacerlas más pausadas (sin llegar a hacerlas tediosas) donde los silencios y la meditación cobren más protagonismo. Homilías más cortas y silencios más largos pueden hacer de las Eucaristías momentos únicos y muy especiales en nuestros encuentros diarios con Cristo. ¡Vale la pena hacer el esfuerzo!

Estar más disponible y visible para que podáis recibir el sacramento del perdón. Aunque, si bien es cierto que todas las parroquias organizamos Celebraciones penitenciales, siempre es bueno tener la posibilidad a mano en el momento que se necesite. Antes de la Misa es un momento perfecto abriendo la posibilidad de poder hacerlo en otros momentos para algo más pausado y tranquilo.

El Señor, por medio de la liturgia y de los sacramentos, nos habla durante esta Cuaresma. Sólo hay que poner un poco de ganas y esfuerzo para intentar escucharlo. ¿Te animas? Si es que sí, nos vemos en las parroquias…


¡Feliz y Santa Cuaresma!

Vuestro párroco

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