Liturgia y sacramentos
Estos días estaba pensando qué
iba a hacer durante esta Cuaresma para vivirla más intensamente. Estuve ojeando
unos cuantos libros para leer estos días, haciendo planes para intentar
salvaguardar alguna mañana que tenga más libre y poder escaparme a algún lugar
para pasear y meditar, había…había ideado muchas cosas.
Sin embargo, en ninguna de
ellas aparecía la referencia principal en mi sacerdocio: las parroquias junto
con las que camino hacia Jesús. Cierto que el tiempo de Cuaresma es propicio
para la interiorización y para la meditación, de normal necesarios para una
buena salud espiritual, pero también es tiempo de cambiar y ayudar a cambiar
también.
Este año me he propuesto algo
que no puedo hacer solo. Habrá momentos de oración personal, claro, pero creo
en la Iglesia que camina unida hacia la Pascua y yo tengo la suerte de hacerlo
por partida doble. Si, he dicho suerte,…no me he equivocado.
Lo único que me he propuesto
este año para vivir la Cuaresma es algo que puedo compartir con toda la gente
que viene a las parroquias: la liturgia y los sacramentos.
En primer lugar, la liturgia.
Los textos que aparecen en las Eucaristías diarias, no solo en las lecturas
sino también en las oraciones que se van diciendo durante la Misa que cada día
son diferentes, nos pueden ayudar a encontrarnos con ese Cristo que coge la
cruz por nosotros y nos lleva hacia la Pascua.
La liturgia de este tiempo de
Cuaresma está muy bien cuidada y siempre me ha gustado mucho. Os invito de
corazón a que la podáis redescubrir conmigo o con vuestros sacerdotes en las
parroquias donde soléis asistir a la Eucaristía. Estoy seguro de que
disfrutaréis y os ayudará a adentraros más en este camino de conversión.
La segunda es los sacramentos.
Las Misas durante este tiempo me gusta hacerlas más pausadas (sin llegar a
hacerlas tediosas) donde los silencios y la meditación cobren más protagonismo.
Homilías más cortas y silencios más largos pueden hacer de las Eucaristías
momentos únicos y muy especiales en nuestros encuentros diarios con Cristo.
¡Vale la pena hacer el esfuerzo!
Estar más disponible y visible
para que podáis recibir el sacramento del perdón. Aunque, si bien es cierto que
todas las parroquias organizamos Celebraciones
penitenciales, siempre es bueno tener la posibilidad a mano en el momento
que se necesite. Antes de la Misa es un momento perfecto abriendo la
posibilidad de poder hacerlo en otros momentos para algo más pausado y
tranquilo.
El Señor, por medio de la
liturgia y de los sacramentos, nos habla durante esta Cuaresma. Sólo hay que
poner un poco de ganas y esfuerzo para intentar escucharlo. ¿Te animas? Si es
que sí, nos vemos en las parroquias…
¡Feliz y Santa Cuaresma!
Vuestro párroco
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