Manos que construyen
Quien está dentro de una
parroquia o, mejor dicho, quien está más integrado en la vida de una parroquia
sabe de todas las cosas que se cuecen en ella. No me refiero a los diferentes
grupos que en ella pueda haber, sino a las cosas puntuales que van surgiendo o
a cosas menos llamativas.
Ambientar la parroquia,
preparación buñuelos, los que venden lotería, los que reparten los cartones,
los que abren las parroquias, preparan los cultos de la semana, los que
limpian,… Personas que realizan infinidad de cosas y que no son tan visibles
como las que leen en Misa, pasan la bandeja, etc.
Todas estas labores, por
insignificantes que parezcan, son las que crean comunidad y las que hacen que
nuestras parroquias sean lugares cálidos y acogedores.
Y es que a la parroquia
podemos ir de muchas formas. Como quien va a una tienda: voy, escojo el
producto y me vuelvo a casa. No interacciono con las demás personas que están
allí también, no me preocupo por el vendedor pues está haciendo su labor y punto.
Con la parroquia, por tanto, también podemos hacer este uso. Eso no es hacer
comunidad sino hacer uso de la comunidad…que es bien diferente.
Sentarnos en los últimos
bancos o justo al empezar la celebración para que no nos manden leer o realizar
cualquier acción son un par de ejemplos de lo que tampoco es hacer comunidad.
Ni tampoco, si me permitís la expresión, formar parte de ella.
Por suerte, en las parroquias
tenemos “manos que construyen”. Serán siempre las mismas manos para todo, pero
ahí están. Manos que se cansan y que año tras año van envejeciendo sin que haya
otras manos que vayan tomando el relevo. Manos que construyen desde la
humildad, sin sentirse amos y señores de lo que realizan, que son capaces de
trabajar en equipo y de aceptar otras ideas, manos que permiten que otras manos
se unan. Estas son las que hacen comunidad.
Todas las parroquias necesitan
de estas manos y las tuyas son necesarias. Trabajos e ideas hay muchas y
cuantos más seamos más haremos. Deja de hacer uso de tu comunidad parroquial y
comienza a formar parte de ella…
Vuestro párroco
No hay comentarios:
Publicar un comentario