domingo, 11 de marzo de 2018


Una tarde en Misa
María, como todos los días, salía de casa para dirigirse hacia la parroquia. Era un devota cristiana que no faltaba nunca a la cita con la Eucaristía. Solía sentarse por los últimos bancos y, así, pasar un poco desapercibida. Ese día había salido un poco más pronto de lo normal y, cuando llegó a la parroquia, se la encontró casi vacía; solo unas pocas personas que estaban rezando el rosario.

   -          Qué prompte he arrivat hui (pensaba María mientras se sentaba). Pues res, tindré que esperar.
  -          Hola María, tenía ganas de verte…
  -          Qui estarà resant hui el rosari? No se li enten res.
  -          ¿Cómo te ha ido el día? He estado contigo en todo momento intentando que notaras mi presencia, pero no me escuchabas.
  -          Mira, entra el retor. Correguents com sempre! Ara es posarà al confesionari com fa alguns dies, segur.
  -          María, tenía ganas de estar contigo un rato, que pudiéramos hablar un poquito y estar a gusto los dos.
  -          Ja sona el segon toc de Misa i som quatre gats…cada día menos gent…a que, per a resar el rosari aixina millor quedarse en casa…quin desastre!
  -          María, ¿no me oyes? Soy Jesús, al que vienes a ver todos los días. Esperaba que hoy fuera diferente y pudieras prestarme atención. Tengo tantas cosas que decirte y todas tan bonitas…seguro que te alegrarías mucho y serías más feliz.
  -          Vaja! Ja ha vingut esta. Amb la de parròquies que ni han en Sueca. No se pa’ que ve a Misa si despres es més mala que un tir. I damunt saludant a tot el mon com si fora la reina d’Espanya. Clar, en casa no li faran cas, i ací mana mes que ningú.
  -          María. Vas  a perderte otra vez lo que tengo que decirt…
  -          ¡Uy! Si ha entrat la meua amiga Pepa. ¡Pepa! (llamó desde el banco a su amiga y le dijo que se sentara a su lado) No t’ha vist hui al mercat. Estaven les creïles pels nuvols hui. Al final no podrem ni comprar. I m’ha trovat amb…
  -          María. Ya sale el sacerdote… El Señor esté con vosotrostengo muchas ganas de decirte algo importante en tu vida.
  -          Tens raó. L’atre dia també la vaig vore i ni em saludà…
  -          María, escucha mi Palabra…Lectura del Santo Evangelio según san¿No quieres saber lo que tengo que decirte?
  -          Este retor fa massa llargues les Mises…
  -          Mírame por favor… Tomad y comed... es la prueba de mi amor, María… Tomad y bebed… ¿No te das cuenta?
  -          Pues si, jo ja no vaig a ixa peluquería. Totes xarrant i està molt cara.
  -          ¿Sabes que vas a recibir mi cuerpo? Me estoy entregando a ti y no me escuchas…
  -          Lo que t’anava diguent. Jo vaig a prendre café a este bar...
  -          María, voy a darte la bendición… y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros… es la caricia que te doy todos los días y ni siquiera te das cuenta… Hermanos, que el amor de Dios se derrame en vuestras vidas y os acompañe en todo momento. Podéis ir en paz¿Ves lo que te tenía que decir? ¿No me dices siempre que no me oyes? No dejo de hablarte en ningún momento…
  -          Que, qué ha dit al final el retor? Segur que està demanant diners com sempre… a casa que es fa tard per a fer el sopar. Hui vaig a fer bollit amb…
  -          Hasta mañana, María. Seguiré esperando a que me escuches y que me cuentes cosas. No pierdo la esperanza. Siempre te estaré esperando. Hasta mañana, María. Velaré tu descanso como lo hago siempre…

Vuestro párroco

No hay comentarios:

Publicar un comentario