La
era de Acuario
En 1979 se estrenaba un
musical llamado “Hair”. En realidad,
se estrenó la película ya que la obra de teatro se estrenaba unos cuantos años
antes, en 1967. Polémico y transgresor para la época hablaba (o cantaba en este
caso) con total libertad de las drogas, del sexo, del ejército,… haciendo una
fuerte e irónica crítica de la sociedad de entonces.
La película, de clara estética Hippie, comienza con la conocida canción Aquarius donde, una mujer de color, canta cual sacerdotisa de la Nueva Era sobre un mundo futuro
idealizado: la armonía, la libertad, la paz, la confianza, la liberación de la
mente,… principios claros que postulaba este movimiento que surgió en Estados
Unidos durante la Guerra del Vietnam. La canción decía lo siguiente:
Abundarán la armonía y la comprensión,
la simpatía y la confianza,
no habrá más engaños ni más burlas:
una vida dorada, sueños de visiones,
una revelación mística cristalina,
y la auténtica liberación de la mente.
Cuando la sociedad quiere explotar algo y darle mucho “bombo” sabe como hacerlo. Ese fue el caso del famoso barco “Aquarius” que atracó hace unas pocas semanas en aguas valencianas. No era el único barco que flotaba por las aguas, no han dejado de haber otros “aquarius”, y, estoy seguro, que hay una manta de “aquarius” forrando el fondo del mar…y no nos hemos enterado. Sin embargo, podríamos decir, que este tuvo suerte y saltó a la fama.
Personalmente, me pareció
genial todo lo que hicimos para traerlos aquí. Creo que si yo tuviese que irme
de mi país corriendo como les pasó a los pasajeros de este barco también me
gustaría que me acogiesen en cualquier país con los brazos abiertos como
hicimos nosotros.
Durante dos semanas no se
hablaba de otra cosa. La llegada del barco se retransmitía casi como un partido
de fútbol. El caos político que vivíamos parecía difuminarse un poco con esta
noticia. A veces pienso que los que salieron beneficiados no fueron sólo los
pasajeros del barco…ahí lo dejo.
Les abrimos una puerta para
que pudieran escapar. Sin embargo, detrás de la puerta aunque debería haber un
pasillo por donde poder caminar, desgraciadamente, cuando la abrieron se
encontraron con un muro que no les dejaba pasar.
La voluntad fue grande pero
sólo fue un parche. Ahora nos toca a nosotros, desde los pisos de acogida que
tiene Caritas Diocesana, acoger de nuevo a los que han ido de aquí para allá,
como si aún estuviesen en el barco a merced de las corrientes caprichosas.
¿Nos quejamos al gobierno? ¿Se
lo echamos en cara? NO. Lo hacemos porque es nuestra labor, mejor dicho,
nuestro signo como cristianos. No somos hippies
pero si tenemos algo en común. Buscamos una sociedad nueva basada en el amor
tal y como nos lo mostró Cristo. ¿Tenemos que hacer propaganda? NO…simplemente
viviremos y actuaremos conforme creemos.
Vuestro párroco
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