…y la parroquia se llenó de alegría.
Este fin de semana celebramos
la fiesta de la última aparición de la Virgen de Fátima a los tres pastorcitos.
Tuve la ocasión de visitar el santuario de Fátima y la casa de los pastorcitos
hace un par de años. Allí entendí por qué la Virgen los escogió a ellos.
Aunque con el paso de los años
ha ido creciendo todo aquello y muchas cosas se han “comercializado”, la
esencia de la humildad y la pobreza de Francisco, Lucía y Jacinta era palpable.
Esas son las claves con las
que este domingo celebraremos la fiesta de la Virgen: humildad y pobreza.
Acabadito de aterrizar en la parroquia de Fátima hace dos años celebré la
primera fiesta. Me impactó. Durante la procesión pude conocer por primera vez
las calles del barrio donde comenzaba a residir: las calles estrechas del
“casco antiguo” y la parte nueva tras cruzar la carretera. Fue allí donde
comprobé que el barrio que abraza la parroquia, es un barrio de contrastes.
De casas adornadas y
totalmente iluminadas con altares incluidos a calles medio desiertas con
edificios viejos y poco cuidados. Me di cuenta que la parroquia tenía que
mostrar autenticidad y verdadero convencimiento para que se la tuviera en
cuenta.
Tan fácil que es hoy en día la
comunicación entre las personas por medio de internet y lo mucho que puede
llegar a separar unos simples ocho metros de alquitrán. La parroquia parece
estar separada del pueblo (comentarios del tipo: “allà a Fàtima? Que lluny” los escucho a menudo).
Sin embargo, las fiestas que
celebramos en honor a nuestra titular son la ocasión perfecto para gritar bien
fuerte que estamos aquí y que tenemos las puertas abiertas para reunirnos bajo
el manto y la mirada de nuestra madre la Virgen María.
Estas fiestas dan el
pistoletazo de salida al curso: el colegio ya está totalmente en marcha,
Caritas ya se ha puesto a trabajar duro y a escuchar a todas las personas que
nos piden ayuda y las catequesis también. Este año con alguna novedad:
¡¡volvemos a las catequesis del sábado!! En los próximos dos años los cursos de
catequesis irán cambiando paulatinamente al sábado para hacerlo coincidir con
la Misa especial y adaptada a los niños.
Sé que es una decisión que no
gustará demasiado y que será criticada y, además, sé que muchos niños y niñas
no vendrán…pero considero que no podemos ceder ante la presión: me niego a dar
la comunión a alguien que ni siquiera ha venido a la Misa una vez en tres años.
Pienso que tenemos que formar cristianos auténticos y convencidos…aunque por
ello seamos muchos menos…
Queremos dar que hablar en el
pueblo. Queremos ser visibles y que los fieles nos visiten más porque formamos
parte de la historia viva de Sueca y una carretera no nos puede separar. Este
domingo las puertas de la parroquia estarán abiertas para pedirle fuerzas a la
Virgen de Fátima por el curso nuevo que comenzamos; y lo más maravilloso de
todo es que, el fin de semana que viene, también lo estarán. ¡¡¡Os esperamos!!!
Vuestro párroco
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