viernes, 21 de diciembre de 2018


NO ES OTRO CUENTO DE NAVIDAD
El pasado fin de semana ocurrió que, una persona de las que leen habitualmente en la parroquia, se emocionó mientras leía. La iglesia estaba medio llena y nadie hizo la menor mueca de desprecio ni de asombro.

Al acabar la Misa me acerqué a esa persona para ver si pasaba algo. Sólo una mujer se había acercado a ella para preguntarle cómo estaba. Mientras conversábamos una chiquilla con cierta discapacidad psíquica, que había entrado a ver el belén, se acercó a la persona con la que estaba hablando y, acariciándole el brazo, le decía que no llorara más. Hizo lo que le salió del corazón consiguiendo sacar una sonrisa de la persona que estaba a mi lado.

A diferencia de las personas que habían visto a esta persona llorar, esta chiquilla, no tuvo miedo ni reparo a la hora de acercarse a ella para calmarla un poco. No critico la actuación de las demás personas. Quizá hubiera hecho lo mismo si me encontrara en su lugar. Tal vez el miedo a no saber qué decir nos paraliza a la hora de empatizar con el otro.

Sólo cuando actuamos desde el corazón esos miedos desaparecen haciéndonos más fuertes y valientes. Y, a mi parecer, eso es lo que vamos a celebrar estos días: que Jesús nace en mí para abrir mi corazón al otro.

Tarea complicada ya que, tener el corazón abierto, implica sentirse vulnerable y más propensos a que nos causen dolor. Ciertamente, el dolor, cuando es verdadero, duele…

La Navidad no es un cuento. No son como las películas melosas que, desde hace un mes, nos ponen en la televisión. La Navidad es decidir tener un corazón como el de Jesús o no, es sentirse pobre como lo fue Cristo, es estar abierto a la voluntad de Dios que a veces cuesta entender y vivir.

La Navidad es una invitación a sostener a Jesús recién nacido en brazos y, pese a la dulzura del momento, coger fuerzas para poder decirle mirando esos ojos que acaban de abrirse al mundo: tú me enseñarás a vivir de verdad y tu muerte me salvará.

¡Feliz Navidad!

Vuestro párroco

1 comentario:

  1. Solo cuando actuamos desde el corazón los miedos desparecen!!!

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