Pasado, PRESENTE
Y FUTURO
Cosas de la providencia, estos
días estoy viviendo unas experiencias muy enriquecedoras e interesantes que se
han juntado sin quererlo. A priori pueden parecer totalmente inconexas pero,
después de meditarlas un poco, no dudo que el Señor esté hablando por medio de
ellas.
Como sabéis, el fin de semana
pasado nos visitaron los seminaristas. Durante las celebraciones pudimos
escuchar la narración de su experiencia vocativa. Mucha gente me ha comentado
que les gustó mucho escucharlos y verlos pues, sólo Dios lo sabe, quizá alguno
de ellos llegue a ser algún día el párroco de alguna de nuestras comunidades
cristianas.
Las personas que decidieron
acogerlos en sus casas para pasar la noche del sábado y compartir con ellos la
comida o la cena han disfrutado mucho con ellos. Llegué incluso a escuchar que
había sido una bendición tenerlos en casa y que habían podido prestar este
servicio de acogida al futuro de la
Iglesia con muchísima alegría. Gracias de corazón a todas las personas que
abrieron sus casas para acogerlos.
Un futuro de la Iglesia que no es tan lejano y que, a partir de ahora,
seguro que los recordaremos y rezaremos por todos ellos y por sus compañeros
pidiendo al Señor que se mantengan fieles a la vocación a la que han sido llamados.
Del futuro pasamos al pasado. El 20 de febrero celebrábamos
la festividad de los Santos Francisco y Jacinta Marto y, en el colegio de
Fátima teníamos que celebrarlo. Sin embargo, como la historia de los
pastorcitos se la saben de memoria decidimos que, coincidiendo con la esta
fiesta, los alumnos conociesen un poco más la figura del fundador del cole, de
la parroquia y de la guardería: Don Francisco Ferri y Puerto.
Poder hablar bien de un
sacerdote que tuvo la fuerza necesaria para crear todo esto de la nada, conocer
de primera mano la experiencia de las personas que coincidieron con él y
trabajaron en la parroquia en sus inicios….son temas interesantes porque nos
hace conocer de dónde venimos y dar las gracias por aquellos que nos
precedieron.
Todo esto me ayuda a vivir el presente. Conocer un poco más la vida
de Don Francisco Ferri es un aliento para esforzarme más en mi labor pastoral;
y conocer a los seminaristas hace crecer la esperanza en el futuro de la
Iglesia que está a la vuelta de la esquina. El Señor nos habla por medio de la
historia. Formemos parte de ella, pues Él ha cargado de Amor y de misericordia
para nosotros.
Vuestro párroco