Hipocresía
La semana comenzó con un
discurso que rodaba por los medios de comunicación dado por el Goya al mejor
actor revelación de este año 2019: Jesús Vidal, uno de los protagonistas de la
película “Campeones”.
“Ustedes han distinguido a un actor con discapacidad. No
saben lo que han hecho” comenzaba diciendo el
actor por el micrófono tras haber recibido el premio. El resto del discurso no
tiene desperdicio y, además de sencillo y concreto, es realmente emocionante;
agradeciendo a sus padres todos los esfuerzos que habían hecho por él y
haciendo un grito a la “inclusión,
diversidad y visibilidad” de las personas con algún tipo de discapacidad.
Me parece perfecto que le
dieran el premio y supongo (y espero) que será totalmente merecido y no una
mera argucia publicitaria del cine español.
Ahora bien, me parece de una
hipocresía tremenda que los mismos que se hacen eco de las palabras de este
hombre, elogiándolo y poniéndolo por las nubes como un ejemplo de superación,
son los que luego no tienen complejos en estar a favor del aborto no
permitiendo que se supere a sí mismo un bebé que podía haber nacido pero que,
por una decisión que no ha escogido él, no le han dejado.
Sé que este tema es muy controvertido,
que son derechos que la modernidad está consiguiendo, que pensar lo contrario
es de retrógrados, que hay que pensar en la calidad de vida…cada uno tendrá su
opinión. Yo tengo la mía. En España es legal abortar hasta la semana 12 del
embarazo, a esas alturas de la gestación, hace seis semanas que son audibles
los latidos del corazón del feto. Sin embargo, ese corazón todavía no tiene los
mismos derechos que el mío…triste.
La sociedad avanza, sí, eso es
bueno y necesario; no obstante, que avance no significa que todos los pasos que
dé estén bien dados. También puede tropezar como lo hacemos todos. Pero tras el
tropiezo uno se puede levantar y corregir su fallo poniendo más cuidado en
dónde pone el pie. Mucho me temo que de este tropiezo no nos levantaremos y que
quejarse porque un circo tiene animales está bien pero quejarse de que a un
bebé no le dejan nacer está mal.
En fin como gritaban hace unos
años: nosotras parimos, nosotras
decidimos…dichosa tú que tienes la capacidad de decidir quien vive o no
pero, por favor, no me pidas que esté de acuerdo contigo.
Vuestro párroco
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