martes, 27 de febrero de 2018



Cada domingo os esperamos en la parroquia de Fátima con buñuelos recién hechos y de una calidad exquisita. Quien viene repite y no se arrepiente.

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sábado, 24 de febrero de 2018

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En la Sagrada Escritura podemos encontrar el libro de los salmos. Estos se utilizan en la Liturgia de la Iglesia en varias ocasiones: en la oración de la Liturgia de las horas (laudes, hora intermedia, vísperas,…), en la Eucaristía, etc…

Es en esta última donde pasa desapercibida la lectura de los salmos. Me da la impresión (y yo me cuento entre ellos) que estamos más pendientes de la antífona que tenemos que repetir que lo que dice el mismo salmo.

El título del artículo de esta semana hace referencia al número del salmo que proclamaremos este fin de semana, segundo de Cuaresma. Leeremos unos pocos versículos del mismo pero el salmo en su totalidad es una belleza. Empieza así: Amo al Señor, porque escucha mi voz suplicante,  porque inclina su oído hacia mí el día que lo invoco.

El salmista confía en esa presencia continua del Señor en su vida. Me pregunto si nosotros comenzaríamos así también nuestra oración si nos pidieran que la escribiéramos en forma de Salmo, si nuestra confianza en Él es tan fuerte como la del escritor de este salmo.

Confianza que es digna de alabar si continuamos leyendo: Me envolvían redes de muerte, me alcanzaron los lazos del abismo, caí en tristeza y angustia. En pocas palabras nos pone en situación que no es para nada esperanzadora. El hombre está hecho polvo. Pero aun así, saca fuerzas de donde no las hay para dirigirse a Aquel que sabe que lo escucha: «Señor, salva mi vida» o en otro momento, un poco más adelante, dice: Tenía fe, aun cuando dije: «¡Qué desgraciado soy!».

La experiencia de fe del salmista nos puede ayudar en nuestro camino de conversión de esta Cuaresma. No sólo eso, sino que nos puede alumbrar en nuestra vida de fe. La oración no es tan sencilla como parece; todos podemos rezar pero pocos pueden orar, porque rezar es repetir palabras, pero orar es tirarte al vacío y confiar que el Señor nos coge entre sus brazos.


Mucho cambiaría nuestra vida si aprendiéramos a orar con sinceridad y desde el corazón, si dejáramos de hablar nosotros y le dejáramos hablar a Él. Tal vez, y digo tal vez, pudiéramos acabar nuestras oraciones diciendo lo mismo que el salmista: El Señor es benigno y justo (…) estando yo sin fuerzas, me salvó (…) el Señor fue bueno conmigo (…) ¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Alzaré la copa de la salvación, invocando el nombre del Señor.

Vuestro párroco

sábado, 17 de febrero de 2018

Liturgia y sacramentos

Estos días estaba pensando qué iba a hacer durante esta Cuaresma para vivirla más intensamente. Estuve ojeando unos cuantos libros para leer estos días, haciendo planes para intentar salvaguardar alguna mañana que tenga más libre y poder escaparme a algún lugar para pasear y meditar, había…había ideado muchas cosas.

Sin embargo, en ninguna de ellas aparecía la referencia principal en mi sacerdocio: las parroquias junto con las que camino hacia Jesús. Cierto que el tiempo de Cuaresma es propicio para la interiorización y para la meditación, de normal necesarios para una buena salud espiritual, pero también es tiempo de cambiar y ayudar a cambiar también.

Este año me he propuesto algo que no puedo hacer solo. Habrá momentos de oración personal, claro, pero creo en la Iglesia que camina unida hacia la Pascua y yo tengo la suerte de hacerlo por partida doble. Si, he dicho suerte,…no me he equivocado.

Lo único que me he propuesto este año para vivir la Cuaresma es algo que puedo compartir con toda la gente que viene a las parroquias: la liturgia y los sacramentos.

En primer lugar, la liturgia. Los textos que aparecen en las Eucaristías diarias, no solo en las lecturas sino también en las oraciones que se van diciendo durante la Misa que cada día son diferentes, nos pueden ayudar a encontrarnos con ese Cristo que coge la cruz por nosotros y nos lleva hacia la Pascua.

La liturgia de este tiempo de Cuaresma está muy bien cuidada y siempre me ha gustado mucho. Os invito de corazón a que la podáis redescubrir conmigo o con vuestros sacerdotes en las parroquias donde soléis asistir a la Eucaristía. Estoy seguro de que disfrutaréis y os ayudará a adentraros más en este camino de conversión.

La segunda es los sacramentos. Las Misas durante este tiempo me gusta hacerlas más pausadas (sin llegar a hacerlas tediosas) donde los silencios y la meditación cobren más protagonismo. Homilías más cortas y silencios más largos pueden hacer de las Eucaristías momentos únicos y muy especiales en nuestros encuentros diarios con Cristo. ¡Vale la pena hacer el esfuerzo!

Estar más disponible y visible para que podáis recibir el sacramento del perdón. Aunque, si bien es cierto que todas las parroquias organizamos Celebraciones penitenciales, siempre es bueno tener la posibilidad a mano en el momento que se necesite. Antes de la Misa es un momento perfecto abriendo la posibilidad de poder hacerlo en otros momentos para algo más pausado y tranquilo.

El Señor, por medio de la liturgia y de los sacramentos, nos habla durante esta Cuaresma. Sólo hay que poner un poco de ganas y esfuerzo para intentar escucharlo. ¿Te animas? Si es que sí, nos vemos en las parroquias…


¡Feliz y Santa Cuaresma!

Vuestro párroco

jueves, 15 de febrero de 2018





El pasado miércoles, los alumnos del colegio de Nuestra Señora de Fátima, celebraron el miércoles de ceniza en el marco de una pequeña celebración. Por grupos fueron entrando al templo parroquial donde recibieron la ceniza.
En dicha celebración vimos la necesidad de dar un cambio a mejor en nuestras vidas y nos comprometimos, con la ayuda de Jesús, a empezar este camino. Por delante quedan 40 días para ir conociendo más a Jesús y poder ser cada día más parecidos a Él.

Pedimos a Dios que esta Cuaresma sea, verdaderamente, el principio de un cambio que nos haga ser “buenas noticias” para los demás.












sábado, 10 de febrero de 2018





Las parroquias de la Virgen de Sales y de Nuestra Señora de Fátima hemos celebrado este viernes la cena del hambre. Alrededor de 60 participantes y numerosos colaboradores que han comprado el ticket de “fila cero”, se han acercado al salón de actos del Colegio de Nuestra Señora de Fátima para compartir el pan y la preocupación por el hambre en el mundo.

Después de bendecir la mesa, comer un poco de pan con aceite y sal y una naranja, hemos visionado el vídeo de la Campaña contra el hambre que este año, la ONGD Manos Unidas, nos propone para la reflexión. Para acabar la cena hemos hecho una pequeña oración pidiendo al Padre que nos haga tener un corazón generoso para poder compartir de lo nuestro.

Agradecer a los chavales de confirmación que han preparado las mesas y la cena, a todo el claustro de profesor del colegio de Nuestra Señora de Fátima y a todos los fieles de ambas parroquias que os habéis acercado esta noche.


L’ANY QUE VE REPETIM!!!

A continuación os dejamos el vídeo de la Campaña de Manos Unidas de este año y una selección de fotos de la cena:






















viernes, 9 de febrero de 2018

Enamorados
Esta semana que entramos tenemos, particularmente en nuestro pueblo de Sueca, uno de esos caprichos del calendario. Este próximo miércoles 14 de febrero celebramos la “Troballa de la Mare de Déu de Sales”, el miércoles de ceniza y el día de los enamorados. Tres fiestas, que parecen antagónicas a primera vista, pero que tienen mucho que ver entre sí.

No quiero buscar similitudes o intentar justificar el artículo de esta semana. Pero cuanto más lo pienso y medito, más creo que esto no es una casualidad o un mero capricho. Porque las tres celebraciones que confluyen el 14 de este mes tienen el mismo denominador común: el amor.

Todos los días del año son buenos para demostrar el cariño que tenemos hacia otra persona. Esto del día de los enamorados me parece una campaña más dentro del mundo consumista en el que vivimos. Aunque también lo podemos ver de otra forma. Por mucho que le demos vueltas a la cabeza sólo ha habido una persona que ha estado perdidamente enamorado del ser humano, y ese es Dios. Pensadlo un poco: nos dio el mundo en que vivimos, nos dio muestras de su amor, nos entregó a su Hijo, el Espíritu Santo, nos ha entregado la Vida Eterna,… No hay mayor muestra de amor que esa y por eso yo confieso que soy un enamorado de Dios pues no creo que exista nadie en el mundo que me pueda dar mayores dones, alegrías y esperanzas que Él.

La Cuaresma que iniciamos con el Miércoles de Ceniza es, precisamente, la preparación que los cristianos tenemos para celebrar la consumación de ese amor divino. Cristo se entrega a la muerte por nosotros para que no caigamos en la desesperanza. Cristo acoge su cruz (que es la nuestra) para que no muramos a causa de nuestros pecados. Cristo resucita para darnos la mayor alegría, la Vida Eterna. La Cuaresma nos prepara para poder entender lo que significa verdaderamente la palabra Amor.

Por último, la fiesta de la “Troballa” es el signo concreto del Amor de Dios sobre nuestro querido pueblo de Sueca. Y lo hace con la que fue capaz de entregar la vida de su hijo y acogernos a nosotros como sus verdaderos hijos: María.

Bajo la advocación de Virgen de Sales, María, quiere renovar su compromiso de quedarse con nosotros. No solo es el recuerdo del hallazgo, es el recuerdo de la presencia continua de la protección de Nuestra Madre y Patrona en Sueca. Es escuchar de nuevo oírle decir a María las mismas palabras que Jesús dijo a sus discípulos antes de ascender al cielo: “Sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”. Es renovar nuestro compromiso de permanecer a su lado todos los días, y no sólo en las fiestas en su honor. Es observar como cada días, María, nos entrega a su Hijo y nos conduce hasta Él.
Por todo esto creo que, el próximo 14 de febrero, podríamos decirnos los unos a los otros: ¡Feliz día del Verdadero Amor!

Vuestro párroco

domingo, 4 de febrero de 2018

LLAMADAS
No hay día en que el Señor no deje de llamarnos. Nuestra vida es una continua llamada de Dios para que cumplamos su voluntad: llamada a evangelizar, al amor, al sacerdocio, a la vida consagrada, al matrimonio,… y así podríamos continuar hasta llenar toda la hoja.

De nosotros depende qué tipo de respuesta le vamos a dar. Eso es lo que llamamos el “libre albedrío”, la libertad que nos ha dado el Señor para elegir o no seguir su voluntad.

Pero la carta de esta semana va de otro tipo de llamadas bastante más molestas según en el momento en que éstas se produzcan. Como por ejemplo en la Eucaristía.

No exagero si digo que no hay Misa que celebre en que suene un móvil. Y el peligro crece exponencialmente si es un entierro, una boda o unas primeras comuniones. Al final, tendremos que hacer cómo cuando vamos al teatro o al cine, en el que antes de empezar la obra una voz muy amable no invita a sentarnos, a callar y a apagar el móvil…

Sin embargo, todos podemos tener un despiste y olvidar que lo llevamos encima o que lo tenemos con el sonido a toda castaña. La mayoría de las veces me lo tomo con humor…sobre todo cuando suena durante la homilía: “Mi carro me lo robaron…” o “¡Que viva España!”  o un solo de trompeta anunciando el cambio de tercio…

Si la persona a la que le suena el móvil es hábil y rápida, el sonidito suena unos pocos segundos. Ahora bien, cuando al móvil le da por ponerse al fondo del bolso…escuchamos la discografía entera de Manolo Escobar acompañando las palabras del sacerdote de turno que intenta mantener el tipo haciendo como que no pasa nada.

Lo que ya no soporto es que se conteste a la llamada. Algunos salen de la parroquia, pero otros, ni cortos ni perezosos, contestan desde el mismo banco de la iglesia: “Mari!!! Que estic a Misa!!! Ara no puc parlar, despres et toque!!!”.

En esos momentos me pregunto si es más importante responder la llamada del teléfono (dentro o fuera de la parroquia…me da lo mismo) o la llamada de Cristo de estar un rato a solas con Él en la Eucaristía (o en la oración personal de cada uno); y, por lo que veo, cada vez está siendo más importante lo primero que lo segundo.

Si los cristianos que solemos ir a las parroquias de normal mantenemos el silencio, las formas y el respeto adecuado al lugar donde nos encontramos podremos entonces crear atmósferas adecuadas para el encuentro con Cristo y enseñar a los que vienen ocasionalmente a mantenerlo.

Puede parecer una tontería…pero para nosotros, la parroquia, es el lugar de encuentro con el Señor. Estoy seguro que allí lo podremos escuchar…pero estoy más seguro todavía que no lo haremos por el micrófono de nuestro teléfono móvil.

Vuestro párroco

jueves, 1 de febrero de 2018


CAMPAÑA CONTRA EL HAMBRE DE MANOS UNIDAS 2018

Os dejamos el anuncio de la nueva campaña contra el hambre que este año nos propone Manos Unidas. La semana que viene pondremos el vídeo completo de la campaña:





La parroquia de Nuestra Señora de Fátima organiza este año una cena del hambre con la que queremos recaudar dinero para el proyecto que este año vamos a colaborar entre todas las parroquias del arciprestazgo.

Será una cena simbólico que constará de pan con aceite y sal y una naranja. Los alumnos más mayores del colegio amenizarán la cena contándonos para que va destinado el dinero recaudado para este año.

La cena será el próximo viernes día 9 de febrero a las 21:30 horas y el precio del ticket es de 3€ y lo podréis adquirir en la parroquia o llamando al 663.957.804

¡¡¡¡OS ESPERAMOS!!!!