viernes, 26 de mayo de 2017


GRACIAS PARROQUIA

El domingo pasado culminamos (hasta el último turno que tendremos en octubre) las comuniones en la parroquia de Fátima y, aunque lo he dicho en todas las celebraciones, no está de más agradecer y reconocer a todas las personas que nos echan un cable en las parroquias para que todo salga genial.

En primer lugar a las catequistas que, en nuestro caso, están tres años con los pequeñajos intentando enseñarles lo más preciado que tenemos: la fe. Una labor la suya que, aunque escondida y pocas veces agradecida, es central en todas las parroquias. La labor del catequista no es preparar al niño para la Primera Comunión sino mostrarle ese gran amigo que tienen: Jesús; y el mundo tan maravilloso que se les abre a partir de ese momento: la Iglesia.

Todo lo que han aprendido durante la catequesis, ¿Cómo lo pueden poner en práctica luego? Está claro que siendo como su amigo Jesús entre sus amistades, familia, en el colegio, jugando,… Pero como esto no es fácil, el grupo Junior de la Parroquia de Fátima se encargará de enseñárselo. Ellos han puesto sus voces para que las celebraciones de las primeras comuniones salieran más bonitas y nos ayudaran a rezar.

Sin embargo, hay más personas que trabajan para que todo salga bien estos días y son más invisibles como son las personas del grupo de limpieza y Pedro en la sacristía que está al quite de todo lo que pueda surgir durante las celebraciones.

Agradecer también a las familias las facilidades y el respeto que habéis tenido durante las comuniones y por vuestra colaboración con la parroquia. Entre las 13 familias habéis hecho un donativo (cada uno aportando lo que podía y de forma anónima) de 800€ para la parroquia que nos vendrá muy bien para pagar el préstamo que aun debemos y que, con mucho esfuerzo y dedicación de todos, vamos pagando.

Quedan pendiente los niños y niñas del turno de octubre y, con ellos, culminaremos las comuniones del año 2017…pero visto lo visto, seguro que serán unas celebraciones tan bonitas como las que hemos tenido ahora en mayo. ¡GRACIAS  A TODOS!





Vuestro párroco

viernes, 19 de mayo de 2017

EL “OTRO” EVANGELIO

Estos días de comuniones en los que las parroquias se llenan de personas que no suelen vivir la fe tan asiduamente como lo hacemos los llamados “cristianos practicantes”, me pregunto si lo que ven les gusta o les llama la atención. Si lo que mostramos es una celebración bonita o el mensaje de amor de Cristo.

Ciertamente, las celebraciones de las Primeras Comuniones se preparan con mucho esmero y cariño. Aquí, en la parroquia de Fátima, intentamos que los niños sean los protagonistas que no es lo mismo que decir que “hacen muchas cosas” cual monos de feria ante un público entregado.

Nos ayudan a limpiar nuestros corazones con las peticiones de perdón, leen las peticiones pidiendo por el mundo, la Iglesia y la parroquia, realizan las ofrendas con lo necesario para celebrar la Eucaristía, siguen la plegaria Eucarística con un librito que se lo llevarán de recuerdo, ofrecen una flor a María y cantamos el “13 de maig”. Pienso que es una celebración muy sencilla en la que Cristo es el protagonista siendo mostrado por estos pequeñajos que lo van a recibir por primera vez.

¿Y para los que observan todo estos desde los bancos de la iglesia? Un amigo sacerdote me dijo lo siguiente: Para muchas de estas personas que no van nunca a la iglesia, ni leen los Evangelios; el único evangelio que leerán será el de tu propia vida. Pienso que no puede ser más acertada esta afirmación.

Nuestro ejemplo de vida debe ser lo que verdaderamente llame la atención. Tal y como ocurría en las primeras comunidades cristianas que la gente los veía y se decía: mirad como se aman… Las celebraciones de las Primeras Comuniones pueden llegar a ser pesadas pero pueden ser una buena oportunidad para todos los cristianos comprometidos con nuestras parroquias.

Solemos huir de estas celebraciones a no ser que estemos invitados; pero creo que deberíamos ir en bloque, no para mandar callar sino para mostrar lo importante que es para nosotros la Eucaristía. A veces será desde el silencio, otras veces será llamando la atención sobre algún gesto concreto de la Misa a quienes no están atentos, otras acogiendo a las personas que andan un tanto "perdidas" y no suelen venir mucho por la parroquia o simplemente ayudando al sacerdote desde la oración cuando las celebraciones se vuelvan un poco más pesadas de lo normal.

El futuro de nuestras comunidades depende de ese ejemplo que podamos dar dentro de nuestros templos parroquiales o cuando estemos comprando el pan. Que puedan decir de nosotros lo mismo que decían de las primeras comunidades cristianas: mirad como saben amar estos cristianos.

Vuestro párroco

martes, 16 de mayo de 2017

GRÀCIES MARE

Aunque no son muchas fotos (si me pasan alguna más las pondré), sólo es una muestra del fin de semana tan bonito que nos ha reglado nuestra Madre, la Virgen de Fátima.

Un parroquia llena de niños para ver la representación de las Apariciones de la Virgen de Fátima por nuestros "Tres pastorets", para luego regalarle una flor a María.

Más de 300 personas acompañaron a María en la Procesión de las Antorchas el viernes por la noche. Y otras tantas acudieron a la Eucaristía Solemne que realizamos el sábado por la tarde...IMPRESIONANTE!!!

¡Gracias por este regalo, madre!


















viernes, 12 de mayo de 2017

DEMASIADOS ÁNGELES
Cuando celebramos cualquier fiesta dedicada a un santo o a la Virgen, como es nuestro caso este fin de semana en la parroquia de Fátima, no lo hacemos únicamente por el hecho de celebrar una fiesta donde podemos demostrar la adoración, el amor y el cariño que le podemos tener, por ejemplo, a la Virgen de Fátima. También lo hacemos para presentarle nuestras vidas, nuestras inquietudes, nuestras peticiones,…

Cada persona que venga este fin de semana por la parroquia vendrá cargada de peticiones que pedirle a la Virgen con el fin de que sean escuchadas por esta “abogada nuestra” que intercede por nosotros ante el Padre.

Personalmente, ofreceré esta fiesta en primer lugar por la parroquia y por todos los que colaboran en ella, por el colegio, sus alumnos, profesores y el personal no-docente (para que el fantasma de la eliminación de conciertos pase de largo) y por todos nuestros mayores y enfermos que son “la niña de sus ojos” de Nuestra Titular.

Pero no será la única petición que rondará en mi corazón. Estos días era noticia otro caso en el que un padre asesinaba a su hijo por el mero hecho de provocar el mayor sufrimiento posible a la madre. Otro caso… No puedo imaginar que es lo que pasará por la cabeza de estas personas que deciden acabar la vida de un indefenso para atormentar de por vida a otra persona; con qué sangre fría pueden realizar estos asesinatos hacia ¡sus propios hijos! Definitivamente hemos perdido el norte.

Demasiados ángeles prematuros están habiendo últimamente y nosotros no podemos girar la cara hacia otro lado (como lo hacemos ya por otros motivos). Tenemos que dar una respuesta ante este tipo de actuaciones. Y esa respuesta la tenemos en Cristo.

Debemos volver a mostrar los valores del Evangelio aunque no nos hagan caso. Palabras como tolerancia, perdón, comprensión, diálogo,… están desapareciendo del vocabulario de nuestros pueblos; y no hablo ya de las nuevas generaciones, sino de los que están ya creciditos y son padres o madres y tienen que educar a sus hijos.

De nosotros depende que la humanidad vuelva a ser, precisamente, humana. Que los santos pastorcitos Francisco y Jacinta, que van a ser canonizados este sábado 13 de mayo por el Papa Francisco en el Santuario de Fátima, interceda por todos los niños para que podamos verlos de la misma forma que los miró la Virgen María en sus apariciones.

Vuestro párroco.

sábado, 6 de mayo de 2017

La mirada de María
Algunas mañanas, cuando los pequeñajos del cole salen al patio, me gusta sentarme en el primer banco de la parroquia y escucharlos gritar mientras rezo un poco. A veces cierro los ojos, otras leo y otras me quedo mirando la imagen de nuestra titular la Virgen de Fátima.

Me gusta pensar que desde el altar ella vela por esos “locos bajitos”, como cantaba Joan Manuel Serrat, que no paran de gritar y correr ajenos por completo a lo que ocurre al otro lado de la pared que separa el patio de la parroquia. No es que me guste pensar eso, es que tengo la certeza de que así ocurre.

Los gritos y golpes de los niños, lejos de molestar, se convierten en parte de la oración y se funden con el silencio que media entre las dos miradas: la de María y la mía. Y es que la imagen que preside nuestro altar enamora hasta tal punto que sobra cualquier palabra ante la mirada de la eterna sonrisa de Fátima.

Es en esos momentos cuando intento imaginar qué es lo que vería en esos pobres niños portugueses para decidir aparecerse ante ellos y hablarles. Nos queda mucho por aprender de la mirada de María para poder responder a esa pregunta. Pero entonces, giro la cabeza a la izquierda y me encuentro con la imagen de los dos pastorcillos; sencillos, humildes,…y caigo en la cuenta que María se veía a sí misma en esos tres pastorcillos.

María se fijó en los mismos rasgos que vio el Padre cuando se fijó en ella para ser la Madre de Jesús. Había aprendido a mirar de la misma forma que el Padre. María nos enseña a ver lo que nos rodea con la misma mirada de Dios. Una mirada limpia, desde el punto de vista del amor y que no juzga.

Como preámbulo de nuestra fiesta, celebramos este fin de semana la Festividad de la Virgen de los Desamparados. Con razón llaman al mes de mayo el mes de María pues es ella la que nos va marcando el paso de los días para que vayamos aprendiendo de su corazón perfecto de madre.

Dejémonos sorprender por ella, dejémonos guiar hacia Jesús. Que ella nos enseñe a mirar con sus mismos ojos: desde el prisma del Amor de Dios.

Vuestro párroco