martes, 11 de octubre de 2016

Planteamiento parroquia Nuestra Señora de Fátima curso 2016-2017

Un nuevo horizonte se nos abre en nuestra querida parroquia. Los cambios son momentos excepcionales para poder hacer una reflexión profunda y crítica sobre la situación de todos los movimientos que en ella existen. Hay que aprovechar al máximo esta situación, no para intentar conseguir lo que antes se ha negado, sino para plantearnos cómo evangelizamos dentro de los diferentes grupos que conformamos la parroquia de Nuestra Señora de Fátima. 

El marco para este curso es precioso: el Centenario de las Apariciones de la Virgen de Fátima. María será el eje vertebrador de toda nuestra labor evangelizadora. En efecto, María como Madre de los niños y jóvenes, Consuelo de los pobres y Apoyo en los enfermos, ha de ser el referente para nuestra vida como cristianos.

Como Francisco, Jacinta y Lucía hagamos oración para prepararnos a la visita de la Madre con sus mismas palabras: “Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo”. Hagamos vida en nuestra parroquia estas palabras pronunciadas por el “Ángel de la Paz” a los tres pastores y que ellos las transformaron en oración.

Yo creo: cimentar nuestra adhesión a Cristo, nuestro conocimiento sobre Él. Reafirmar nuestra fe para fortalecerla frente a los ataques que pueda sufrir.

Adoro: cuidar nuestra vivencia de la fe. De nada nos sirve saber muchas cosas sobre Dios o hablar mucho sobre él si no cuido momentos personales o comunitarios de encuentro con el Señor. La vivencia de los Sacramentos de la Eucaristía y la Reconciliación ha de ser central en nuestra vida de fe.

Espero: poner los ojos en el cielo pero con los pies en la tierra. El cristiano tiene como meta la Vida Eterna, la venida de Cristo. La comunidad de hermanos que viven juntos la fe se reúne asiduamente cuidando unos de otros. Vivir la fe en una comunidad unida y alegre ayuda a crear una porción del Paraíso en la tierra.

Te amo: amar a Dios y sólo a Dios. Sólo cuando el centro de nuestra vida es Él podremos anunciar sus palabras y no las nuestras. Sólo cuando vivimos el mandamiento del amor hacia Dios y hacia los hermanos tendremos una comunidad parroquial viva.

Pongamos todos de nuestra parte, pongamos todos ilusión y ganas. Pidamos al Señor que nos acompañe en este nuevo curso que ya empieza a andar… 

Alejandro Navarro Mulet 
Cura párroco

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