POLÍTICAMENTE INCORRECTO
Soy una persona políticamente
incorrecta. Sí. De un tiempo a esta parte, y esto no es una alegoría sino que
es la pura verdad, me he dado cuenta de que mi vida y mis gustos no cuadran con
la sociedad moderna en la que vivo. Y para muestra un botón: soy cura, me gusta
el “heavy metal”, los toros en todas sus vertientes, valenciano hasta la médula
y estoy en contra del aborto. ¡LO TENGO TODO! Je, je, je…
A los ojos de este mundo tan
moderno alegan que soy un pederasta, ladrón, homófobo, satánico, asesino, insensible,
torturador, inculto, sádico, facha, “blavero” e intolerante. Un neandertal del
siglo XXI. Un hombre (vamos, creo que lo soy, porque ahora me hacen dudar de si
lo soy desde que nací o he decido serlo o porque he visto que en el futuro lo
seré) chapado a la antigua que no evoluciona con la sociedad.
Muchos piensan que soy yo, con
mis pensamientos, ideas y forma de vivir, el que dice a las personas cómo han
de ser y qué es lo que tienen que pensar. Dicen que soy yo quien maneja sus
vidas jugando con el terror y manipulando sus conciencias, coartando la
libertad de las personas con mis ideales retrógrados.
Soy yo el que…como veis, he
vuelto a caer en la tentación de quejarme, llenarme de rabia y contestar a los
que me insultan en lugar de poner la otra mejilla. He vuelto a caer en la
tentación de buscar el aplauso de las personas en lugar de mediar por la paz
entre las mismas. El que, por medio de estas palabras, busca la provocación al
personal en lugar de mover a la reflexión y a la oración.
Menos mal que, al principio de
la Cuaresma, el Señor nos muestra que es posible vencer todas las tentaciones.
Que ni siquiera Dios Encarnado se vio libre de ellas pero que su confianza en
el Padre y con mucho esfuerzo fue capaz de superarlas.
Necesitamos (todos) de este
tiempo de conversión y de reconciliación. Necesitamos todos vivir la
experiencia de la resurrección junto con Cristo. Necesitamos de una vida nueva
basada en el amor, la tolerancia y el respeto. Creo que eso no es tan difícil
¿No?
Que María, nuestra Madre, nos
ayude en este tiempo de Cuaresma. A ella nos encomendamos muy especialmente en
la parroquia de Fátima en los diversos actos que realizamos por el Centenario
de las Apariciones. El próximo será el domingo 12 de marzo a las 16:30 cuando,
la imagen de nuestra titular, será llevada en procesión, mientras rezamos el
Rosario, hasta el Asilo, institución tan querida por todos.
Os animamos a que os reservéis
esa fecha y que nos podáis acompañar. También os animamos a que podáis
disfrutar de los actos que en el asilo realizaremos la mañana del lunes
pidiendo a nuestra madre que proteja a todos los que allí viven, trabajan y
sirven. En sus manos de Madre nos ponemos para que nos lleve hacia su Hijo.
Vuestro párroco
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