Sobreabundancia
¿Recordáis esa frase que dicen
los presentadores de los circos cuando algún artista va a hacer un número más
arriesgado? ¡Y lo más difícil todavía…! Son las palabras mágicas que ponen al
público en expectación y con la boca abierta esperando qué es lo que va a
ocurrir. O cuando, por ejemplo, hemos presenciado algo que nos ha impactado de
cualquier manera decimos eso de: “¡Y
cuando creía que lo había visto todo…!”
Ciertamente, la vida no dejará
nunca de sorprendernos incluso cuando pensemos que no podría hacerlo más. Tan
solo hay que mantener esa capacidad de sorpresa y admiración, como la tienen
los más pequeños de la casa ante el mundo nuevo que empieza a abrirse camino
ante sus ojos.
El Evangelio de este fin de
semana trata sobre esto que estamos diciendo. Cierto que, según el Evangelio de
Juan, el milagro de la conversión del agua en vino en las Bodas de Caná es el
primero que realizó Jesús y con el que da comienzo su “vida pública”. Cierto
también que no nos viene de nuevas este relato, que lo hemos escuchado más de
una vez y por diferentes motivos.
Sin embargo, no podemos dejar
de sorprendernos por la sobreabundancia con la que Jesús actúa ante la mirada
de su Madre, sus discípulos y los invitados de la boda. No basta con que
transformara el agua en vino; es que son 600 litros de vino bueno nada más ni
nada menos. ¡¡¡Eso da para más de tres bodas seguro!!!
Dios no se conforma con darnos
cosas sino que pretende que nos salga hasta por las orejas. No se conformó con
enviarnos a su Hijo sino que nos daría incluso su vida. Y no se quedaría ahí
sino que...¡lo más difícil todavía!
lo resucitaría para darnos a nosotros también Vida en abundancia. Y, cuando creíamos que lo habíamos visto todo
nos envió el Espíritu Santo.
Definitivamente el Señor no
actúa quedándose nada para sí (cosa que si que hacemos nosotros), sino que lo
da todo. No puede haber mejor declaración de intenciones de este Jesús que
hemos empezado a seguir en el recién estrenado Tiempo Ordinario. No va a dejar
nada a medias, no va a dejarnos solos, no actuará simplemente por cumplir,…este
fin de semana nos deja litros y litros de alegría mientras Él sea nuestra
fiesta.
Vuestro párroco
No hay comentarios:
Publicar un comentario