ENTRE LOS “TURRONES”,
TAMBIÉN ANDA EL SEÑOR
Llevaba días
pensando qué escribir para este número de Navidad y, la verdad, tenía ideas muy
bonitas. Por ejemplo, se me había ocurrido hablar de la letra de los
villancicos, de por qué celebramos en diciembre la Navidad,… pero me acaba de
ocurrir una cosa aquí, en mi casa, que me ha hecho cambiar de opinión.
Cuando llevaba
un parrafito escrito me han llamado a la puerta y me han traído un par de
bolsas de naranjas y unos pastelitos de boniato que no he podido resistir la
tentación de comerme uno. ¡Buenísimo!, por cierto.
Y he pensado
que estos días estamos saltando de comida en comida que supongo serán mucho más
interesantes y ricas que lo que os pueda escribir sobre la Navidad.
Así que, como
estos días tendremos las manos bastante ocupadas cogiendo los polvorones, los
mantecados, las castañas, los turrones, etc… no voy a ser yo quien os prive de
esos dulces momentos vividos en familia y en amor, por leer algo más sobre la
Navidad que ya no sepáis. Disfrutad, pues, que si lo estamos haciendo es porque
ha venido Jesús, el Hijo de Dios. No en un trineo llevado por alces y riendo;
sino en una cueva, muerto de frío y arropado por el amor de sus padres.
BON
NADAL GERMANS!!!
Vuestro párroco
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