viernes, 15 de diciembre de 2017

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Cuando ojeamos un libro de historia vemos las diferentes etapas que componen la historia de la humanidad: la prehistoria, Edad Media, Gótico, Barroco, Renacimiento, Modernidad,… Yo, a este momento de la historia, la llamaría la “Edad del Sin”.

Para muestra un botón: pasteles SIN azúcar, hamburguesas SIN carne, cerveza SIN alcohol, ricos SIN corazón, personas SIN comida, derechos SIN deberes, discursos SIN verdad, cristianos SIN alegría, comprar SIN salir de casa…y la mejor de todas Navidad SIN Dios…

Sólo tenemos que fijarnos un poco en lo que podemos ver estos días por las calles, los escaparates o la televisión. Las luces, los copos de nieve en los escaparates, dibujos de regalos, anuncios melosos que pregonan buenos sentimientos… Todo esto hace que me pregunte si verdaderamente el mundo sabe lo que está celebrando estos días. Menos mal que en el centro del pueblo tenemos un gran Belén que espero que dure hasta el día de Reyes.

Hace poco veía un documental que hablaba de la cultura china y sus tradiciones. Me sorprendió cuando hablaba de las fiestas que nombrara también la Navidad (cuando ellos profesan otra religión distinta a la cristiana). La puntilla fue cuando escuchaba que ellos la celebraban, simple y llanamente, para pasar el rato.

¿Acaso nuestra sociedad no está haciendo lo mismo? ¿Qué tiene que ver todas esas cosas que vemos a nuestro alrededor estos días con la Navidad? Durante estos días nos juntaremos para comer, cenar, merendar, etc... Pero, ¿por qué motivo? ¿Por qué toca, porque es tradición, una excusa para salir de fiesta? ¿Qué querremos decir cuando le digamos a otra persona feliz Navidad? ¿Feliz Solidaridad, Feliz Armonía, Feliz quema de tarjetas de crédito?

Dos mil años después, Juan el Bautista sigue predicando en el desierto. Un desierto que ya no está compuesto por arena y dunas sino por luces que ciegan y corazones fríos. Ahora nos toca a nosotros devolverle el verdadero sentido a las fiestas de Navidad. Recordar que es Cristo quien va a nacer y por eso nos juntamos y lo celebramos; porque Dios no ha querido que estuviésemos solos y desamparados sino que nos ha regalado al que puede darnos la Verdadera Vida.

Viene Jesús. Ya está al caer. No olvidemos que eso es lo que de verdad significa la palabra Navidad.

Vuestro párroco

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